Reflexión: ¿La evolución del crimen organizado?

A pesar de que el tema del crimen organizado es todo una tendencia en la actualidad nacional y en ocasiones es tratado como un índice de moda, los que estamos sumergidos de manera directa o incluso indirecta podemos dar fe que desde hace muchos años, incluso décadas, el crimen organizado ha estado presente en todas las aristas de los países.  La verdadera situación de estos grupos delictivos es su constante crecimiento y fortalecimiento conforme, a pesar de que se dan noticias de derogación de diferentes estructuras, siempre existen otras más que abundan y pareciera que no tienen fin.

Y es que la complejidad con la que se encuentran armadas estas organizaciones debería de tomarse como ejemplo para situaciones en beneficio de tantos males que aquejan a la humanidad, su nivel de minuciosidad, ordenamiento y planificación para establecer sus objetivos son muchas veces objeto de admiración por las autoridades quienes logran detallar cada una de las variables que las conformaban, la astucia con la que operan son una de las principales situaciones que ponen en ventaja a las mismas.

Debemos agregar a lo anterior el inmenso poderío económico con el que cuentan la mayoría de ellas, situación que les permite obtener superioridad con muchos instrumentos materiales tangibles y muchas otras veces les permite obtener beneficios de otras índoles a través del soborno y corrupción. La evolución del delito va de la mano con el desarrollo que tienen estos grupos criminales, estos han llegado a niveles de especialización muy elevados y han hasta profesionalizado muchas de las gestiones que resultan necesarias para el cumplimiento de sus divisiones.

Volviendo a la pregunta que nos ocupa, la percepción basada en el historial que mantenemos a la fecha nos hace pensar que en definitiva el crimen organizado lleva una ventaja bastante amplia sobre la seguridad en el país, lo vemos en cifras con la cantidad de muertes, la cantidad de drogas incautadas, la cantidad de dinero producto de actividades ilícitas, entre otras variables más que reflejan el incesante aumento de los índices en la materia, no obstante no es una situación que ocupa a las autoridades de Costa Rica únicamente, la tendencia a nivel internacional marca el mismo panorama y las soluciones parecieran no llegar, o al menos a un corto o mediano plazo. No es un tema de operativa de nuestras diversas policías,  que dicho sea de paso hacen una excelente labor, y por el contrario obedece mucho a la administración que se ha encargado de facilitar en cierta medida la gestión de estos grupos.  Situaciones como irregulares y endebles políticas migratorias, casos conocidos donde se brindan facilidades políticas y hasta la ubicación geográfica de nuestro país juegan un papel en contra que en definitiva facilitan el accionar y  llena de propicios escenarios para la ejecución de sus objetivos.

Nuestra realidad indica que se trabaja en el control de las organizaciones pero no así en su supresión y a partir de ahí se genera una problemática que se traduce a los resultados ya conocidos en los noticieros y periódicos,  el tema requiere de muchísimas atenciones por parte de nuestras autoridades y también por la débil legislación,  el presupuesto de seguridad crece pero no va de la mano con las leyes y las medidas represivas idóneas, se requiere reformar muchas leyes que no castigan con el peso adecuado los delitos conexos, implementar leyes como la “extinción de dominio” que restan poderío económico a estos grupos, es urgente contar con nuevos centros penitenciarios para evitar la liberación improcedente de muchos reos, pero que estos centros vengan asistidos por nuevas políticas correctivas para los reos. Otro rubro a mejorar y que se encuentra en estado crítico es de la migración, en este campo se debe de trabajar en nuevas políticas que garanticen el ingreso de personas con los requisitos respectivos y no sean favorecidos por situaciones poco claras, el establecer  exigencias y obligaciones a las personas procedentes de países que mantienen niveles de seguridad alto, índices elevados en materia de lavado de dinero, corrupción y drogas generaría un inmenso aporte al país.

Por último, y no menos importante,  la cooperación internacional debe ser un tema de discusión entre los diferentes gobiernos de los países que permita un acercamiento entre las partes y sus esfuerzos no sean divididos, precisamente se debe actuar de manera organizada para poder obtener mejores resultados y garantizarle a la población niveles de seguridad óptimos.